José Arturo Cubillas Fontán, nacido en San Sebastián el 6 de diciembre de 1964, es un alto funcionario en el Gobierno de Hugo Chávez en Venezuela. Fue deportado a Venezuela junto con otros vascos tras ser detenido acusado de pertenencia a ETA. La deportación se produjo por un acuerdo del por entonces presidente del Gobierno español Felipe González y su homólogo en Venezuela, Carlos Andrés Pérez. Allí recibió el estatus de refugiado político y, posteriormente, se nacionalizó venezolano.
José Arturo Cubillas Fontán
En marzo de 2010 fue identificado por dos etarras, Xabier Atristain y Juan Carlos Besance, del "Comando Imanol", ante la policía y el juez, como la persona que les impartió adiestramiento militar en Venezuela. Todos los cargos fueron negados por Cubillas e instó a la Audiencia Venezolana a abrir una investigación.
Xabier Atristain y Juan Carlos Besance
Durante el año 2000, Cubillas solicitó apoyo a las FARC para cometer atentados en España, concretamente contra el ex presidente colombiano Andrés Patrana, y la ex embajadora colombiana en España, Noemí Sanín.
El Gobierno español solicitó la extradición el 29 de octubre de 2010 propuesto por el Ministro de Justicia, Francisco Caamaño.
El 3 de noviembre de 2010 declaró ante la Fiscalía General Venezolana sobre la investigación que él mismo habría abierto contra la Audiencia Nacional Española, por haber sido tachado de supuesto colaborador con banda armada. Tuvo gran repercusión en Venezuela, donde un nutrido miembre de seguidores de Cubillas le jaleaban al grito de “No a la extradición”, “No a la tortura” y “A Venezuela se la respeta”. Entre la multitud se encontraba también su esposa, la periodista Goizeder Odriozola, venezolana de padres vascos y jefa de relaciones públicas del vicepresidente ejecutivo de Venezuela, Elías Jaua.
Goizeder Odriozola, esposa de Cubillas
El artículo 69 de la Constitución de Venezuela prohíbe expresamente la extradición de un ciudadano venezolano.
Volviendo a la noticia de verdad, decir que Venezuela y Cuba tienen nombres en clave. Andrés es Venezuela y José es Cuba. O eran. Así se mencionaban en clave en un documento incautado por la policía española que ha consolidado la teoría de ese país como lugar de entrenamiento de miembros de ETA: “Para hacer las pruebas querrían venir a Andrés y claro, el que está en la otra parte, el que está con los de José, no moverse”.
Según este texto, los etarras querían probar una especie de lanzagranadas que dos etarras habían diseñado en Cuba, con una carga de 40 kg , para hacer volar 600mts a la redonda. Para tal acción solicitaban ayuda a las FARC.
Esto salió a la luz en marzo de 1999, gracias a la detención en París de tres etarras que portaban correspondencia en la que José Ignacio Echarte Urbieta, alias Rizos, refugiado en Cuba, hacía esta consulta a la guerrilla colombiana.
José Ignacio Echarte Urbieta, alias Rizos
Este caso forma parte de la relación de hechos del Auto de procesamiento de la Audiencia Nacional de Madrid (sumario 75/09 DP 263/08) del 24 de febrero de 2010, que empieza con un breve recuento de casos que relacionan a ETA con las FARC, declaradas ambas como “terroristas” por la UE desde el 17 de junio de 2002.
Esa colaboración se remonta a 1993, según documentos incautados a miembros detenidos de la banda en febrero de ese mismo año, en los que se detallaban reuniones mantenidas con Jokin Gorosti Artola, alias Haritza, representante en Cuba de los deportados de ETA, y un comandante de las FARC: “Estaban muy contentos del trabajo conjunto de otras ocasiones, de la aportación de otros compañeros nuestros…”.
El pacto para el intercambio de técnicas se habría formalizado en noviembre de 1999, “acutando como interlocutor de ETA el responsable del colectivo en Cuba, José Ángel Urtiaga Martínez (alias Josean)”. Urtiaga habría sido el encargado de establecer los nexos entre 1984 y 1998 para experimentar con explosivos y lo mismo habría hecho su sustituto José Miguel Arrugaeta, alias Julia.
José Ángel Urtiaga Martínez, alias Josean
José Miguel Arrugaeta, alias Julia
En 2002 la policía de Colombia encontró en manos de las FARC material explosivo similar al usado por ETA, entre ellos lanzadores de cilindros bomba, y algunos de los guerrilleron afirmaron que habían sido entrenados por miembros de ETA, primero fuera de Colombia y luego en campamentos de las FARC.
El expediente de la Audiencia Nacional asegura que los coordinadores de los intercambios eran Emiro Ropero Suárez, alias Rubén Zamora, comandante del Frente 33 de las FARC asentado en la frontera con Venezuela, y Arturo Cubillas Fontán, que en ese momente pesaba una orden de captura desde 1985 acusado de asesinato.
Emiro Ropero Suárez, alias Rubén Zamora
En octubre de 2005 a Cubillas le nombraron Director Adscrito a la Oficina de Administración y Servicios del Ministerio de Agricultura y Tierras de Venezuela, o lo que es lo mismo, gestor. Al nombrarlo en ese cargo, supuestamente ya se sabía que era el encargado de coordinar las relaciones con las FARC, además de ser el responsable de ETA en esa zona de América desde 1999.
A Cubillas se le atribuyen gestiones para que cuatro miembros de ETA recibiesen adiestramiento militar en campamentos de las FARC a cargo de Noel Matta Matta-Guzmán, alias Nariño, y Luciano Martín Arango, alias Iván, en la frontera con Zulia (Venezuela).
Noel Matta Matta-Guzmán, alias Nariño
Luciano Martín Arango, alias Iván
Como parte de esas relaciones, miembros de ETA habrían estado haciendo pruebas de sus morteros de fabricación propia (el “Asunto Gabardina”, según sus claves) en campamentos guerrilleros en tierra venezolana. A esos morteros, que se utilizaron por primera vez en España en 2003, ETA los llama “Jotake-Handia”, y las autoridades colombianas los llaman “cilindros bomba”.
Jotake-Handia, o cilindro-bomba
Junto con Rodrigo Granda, alias El Canciller, Arturo Cubillas habría acordado “una reunión en Colombia a producirse la segunda quincena de 2004 entre Raúl Reyes y un miembro de la dirección de ETA, que no pudo llevarse a cabo por culpa de las detenciones a la cúpula de la banda a lo largo de 2004” .
Rodrigo Granda, alias El Canciller
Raúl Reyes
La relación entre las bandas se estrechó: el 8 de marzo y el 30 de septiembre de 2000, Víctor Ramón Vargas Salazar, alias Chato, fue enviado a España por las FARC “a vigilar” la embajada colombiana y seguir al ex presidente Andrés Pastrana. En el informe, aseguran, destacan la relativa facilidad para atacar a ambos objetivos, siempre y cuando contaran con la ayuda de ETA.
Víctor Ramón Vargas Salazar, alias Chato
De modo que solicitaron esa colaboración y abrieron el “abanico de objetivos”: a parte de a Noemí Sanín y Andrés Pastrana, tenían como objetivos al ex candidato a la Presidencia Antanas Mockus, el vicepresidente Francisco Santos y algunas otras personas relacionadas con el mundo político y militar, hasta llegar al objetivo número 1 y pez más gordo, Álvaro Uribe Vélez.
Los cursos siguieron. En agosto de 2007, alias Martín Capa e Iñaki Domínguez Achalandabaso, alias Txomin, impartieron un curso teórico-práctico de unos 20 días en 6 jornadas de 2 horas, en la selva venezolana en una finca cercana a Guasdualito, en el Estado de Apure, a 13 miembros de las FARC y a 7 de una organización identificada como FLB (Fábrica Militar Fray Luis Beltrán).
Iñaki Domínguez Achalandabaso, alias Txomin
Este taller habría sido diseñado sobre “técnicas avanzadas en el manejo de explosivos C4, de mayor capacidad destructiva que la dinamita, pero con menor volumen, de fácil adquisición en Venezuela”.
Aquí vuelve a aparecer Cubillas, quien figura como uno de los organizadores del curso, que tuvo un segundo escenario en campamentos del Bloque Caribe de la guerrilla, a donde se trasladaron “viajando por tierra vía Maracaibo con el conocimiento y la compañía de una persona que vestía chaleco con escudo de la DIM (Dirección de Inteligencia Militar de Venezuela) y de un vehículo escolta con varios militares venezolanos”.
De estos hechos se desprenden serias acusaciones contra Cubillas: delito de “tenencia de explosivos en colaboración con banda armada terrorista (de 6 a 10 años de cárcel) y conspiración para cometer atentados terroristas (de 10 a 20 años)”, sustentados con documentos encontrados en el ordenador personal de Raúl Reyes y los testimonios de terroristas capturados que confirman los intercambios entre ETA y las FARC, y los planes de atentar contra políticos colombianos en España.
Como consecuencia, se hizo una orden de detención y captura internacional a todos los implicados, incluyendo a Cubillas, y se solicitan gestiones “ante la Autoridad Cubana, y en especial la de Venezuela, para que cooperen en la extradición de algunos de los procesados, pues obran diligencias en este procedimiento que ponen de manifiesta la cooperación gubernamental venezolana en la ilícita colaboración entre ETA y las FARC y en especial en el caso de Arturo Cubillas.
Logo ETA
Logo FARC
Una fuente de la diplomacia española aclaró que a Cubillas se le quiere procesar por delitos “actuales”, ya que el cargo por homicidio prescribió y el caso, que databa de 1985, fue archivado el pasado 3 de noviembre. De cualquier manera, está citado para declarar delante del juez el 14 de diciembre de este 2010 en Madrid, una cita en la que es de suponer no asistirá.
“ETA pasa por un mal momento y busca refugio”, explica un funcionario venezolano: “Y hoy por hoy Venezuela es el lugar más seguro para ETA. Ese es un logro de Arturo Cubillas”.
Aunque no forma parte del expediente, la reciente aparición del libro “El Palestino”, del supuesto periodista español Antonio Salas, echó más leña al fuego: en sus páginas, y en un documental, asegura con imágenes que los campos de entrenamiento existen. En el libro, además, afirma que Cubillas es para las organizaciones chapistas “la cabeza visible de ETA en Venezuela y el primer receptor de los abertzales (nacionalistas radicales) que recalan en el país”.
Cubillas no es un simple ciudadano; él tiene información que no conviene airear durante un juicio en España y que tiene que ver con la implicación del Gobierno Venezolano con grupos armados de Latinoamérica. Cubillas ha creado una red de apoyo que tiene la posibilidad de mantener escondidos en Venezuela a miembros de ETA.
Por otra parte, España no puede hacer nada para extraditarlo, ya que ahora es ciudadano venezolano y ahora es la justicia de Venezuela la que decide.
Si por casualidad han visto o conocen a cualquiera de estos tipos, por favor, llamen al 091.
Si por casualidad han visto o conocen a cualquiera de estos tipos, por favor, llamen al 091.
Fuentes: eluniversal.com
Wikipedia
Google Imágenes
PD: Comentar que al subir este texto con las fotos, mi ordenador ha sido atacado por 17 virus y he tardado más de tres horas en acabarlo.
Gracias especiales a Avast!
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